Suena la guitarra de Luigi Pereyra al ritmo del corazón que empieza a palpitar en cada una de las personas que agotaron las localidades del No Avestruz, las luces se acomodan, el público se enciende y Julian Riveros da la Bienvenida, llegó el momento de definir quién será el segundo finalista, llegó el momento de un nuevo duelo de Impro Sport.
Estabamos a punto de presenciar una noche de grandes emociones, una semifinal reñida que se definiría en
el último segundo, en el último punto y recién ahi sabríamos quién sería el nuevo finalista de este gran torneo.
Por un lado teníamos a Global Impro con su capitán Feña Ortalli, con el experimentado Gonzalo Rodolico y con el "benjamín" del grupo, el gran Ivan Ferrero y por el otro lado, la revelación del torneo, el equipo joven que buscaba el batacazo, Proyecto Impro con Migue Morkin, Eugenio Castelfranco y Leonardo Pereyra. Todos en cancha, que comience el partido.
El primer desafío mixto, "abecedario", una historia ordenada, jugada por los dos equipos con tranquilidad y escucha, la votación se hacía difícil pero el primer punto recaía en Global Impro, llegaba el momento de escuchar a los jueces.
En esta noche de semifinales el Impro Sport contó con la presencia rutilante de dos personas con gran experiencia, por un lado el duro y rígido RB Frost y su mirada punzante ante las fallas, y el candoroso Billy Bala, uno de los jueces con más experiencia en la impro, él y su mamá.
El partido continuaba con un exhaustivo desafío para demostrar la versatilidad, la conexión de cada equipo y la especialización en los estilos, "Cuadrante holandés", 3 historias por equipo y el voto del público ponía las cosas en un empate.
Los próximos dos puntos fueron repartidos para cada equipo, todo indicaba que tendríamos una definición vibrante, Global proponía Palabra Secreta y saltaba a dejar todo en la cancha, Proyecto buscaba el batacazo.
Un estoico Eugenio Castelfranco dejaría todo en la cancha para intentar detectar la palabra que dos monos no parlantes buscaban hacerle adivinar pero se encontró con un histriónico y destellante Gonzalo Rodolico que conquistó al publico y le brindó un último punto a Global Impro y el pase directo a las finales del Campeonato. Quizás por esta última impro Gonzalo se llevaría, una vez más, el premio a la estrella del partido.
Todo estaba cerrado, los equipos se despidieron ante los aplausos inmensos del público, los jueces caminaron a camarines con abucheos y palabras disimiles se tratara de Billy o del apático Sr. Frost, Luigi cerraba sus notas con la cadencia de una guitarra que se descosió para ser la compañera perfecta de cada impro, Juli decía un adiós más en el final de una noche de impro, noches que se van cerrando para dar lugar un adiós cercano más perdurable pero un adiós ampliamente satisfactorio que será feliz el día que sepamos quién es el campeón metropolitano de Impro Sport.
La gente se iba y entre las palabras se escuchó "Me gusta mucho el impro sport", creo que fui yo el que lo dijo.
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Salú!
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